En cualquier campaña publicitaria, por muy creativa que sea, debe haber un eslogan que consiga transmitir, de la manera más breve y concisa posible, la idea principal. Debe resumir todo el concepto publicitario, trasladar los valores, la filosofía, misión y visión.
Es como la etiqueta del producto, marca y compañía. A través de las asociaciones que se creen en la mente de los consumidores se esperarán unos efectos que beneficien a la empresa. Esto hace del eslogan el mejor portador de significado para los consumidores.
Al contemplar una campaña publicitaria o una acción de marketing, la mente comienza a crear asociaciones cuyo significado se resume con un buen eslogan. Somos capaces de contar lo que hemos visto, lo que pensamos acerca de la acción llevada a cabo con la frase que la cierra.
A menudo, si la opinión es favorable, esta frase se convierte en un portador de significados positivos y representa a la identidad corporativa.
De ahí la importancia de especialistas en este campo, personas que sepan sintetizar al máximo las ideas y convertirlas en un mensaje atractivo para los espectadores, un mensaje sonoro y de fácil memorización.
Hay que tener cuidado con posibles contraesloganes que pueden surgir, pues podrían provocar justo la acción contraria a la deseada, la campaña publicitaria podría llegar a volverse en su contra. Los Social Media han convertido al receptor en un poderoso emisor de opiniones, tanto positivas como negativas, y en uno de los sujetos que más interesan a la empresa.
El feedback es uno de los bienes más preciados para las empresas, guía sus actuaciones hacia mejoras para conseguir el cumplimiento de los objetivos propuestos. Ayuda a popularizar la imagen de marca en la mente de consumidores e incrementa las ventas.
En definitiva, tanto la publicidad como el marketing necesitan del eslogan para conseguir los fines deseados.
